“La ficción tiene totalmente el poder de cambiar la sociedad. El arte conecta con las emociones, con la empatía sobre todo y es importante mostrar a las personas tal y como son, la realidad tal y como es para acercarla a quienes la tienen próxima”.- Lola Rodríguez
Es una chica concienciada con el medio ambiente, partidaria del consumo de productos de proximidad, de la importancia del reciclaje, incluso la ropa. Y por supuesto le encanta estar conectada con la Naturaleza, porque le transmite paz y energía. No nos extraña que actualmente sea una de las actrices de moda por sus papeles en series de éxito, que incluso le han servido de proyección en el extranjero. Con los pies en el suelo gracias a su familia y amigxs, y porque es consciente de que la vida tiene subidas y bajadas y de que hay que aprender a gestionarlas. Le encanta dar voz a su colectivo, pero no quiere que se lxs victimice por ser trans.
Lola Rodríguez nació en Gran Canaria en 1998. Desde bien pequeña le gustaba
actuar, disfrazarse y hacer bailes en
casa, que es donde se sentía más a gusto, con sus padres que conocían de
primera mano cómo se sentía, y con su hermano. Ellxs la apoyaron en todo momento “Se me notaba
mucho lo que me gustaba y lo que no. Y como mis padres lo veían con naturalidad,
siempre me sentí muy libre en casa”. A los 5 años empezó a hacer ballet
“Esperaban que jugara a la guerra y utilizaba los madelman para mis historias
de amor”. No le resultó fácil tener un cuerpo que no reconocía como suyo, no lo
aceptaba y se desesperaba por no ser como quería “Como niño me sentía muy
infeliz y sobre todo en la preadolescencia, toda la desesperación por no ser
quien me sentía”. Poco a poco fue
descubriendo la interpretación como una excelente forma de expresión corporal.
A los 8 años le permitieron elegir papel
en el grupo de teatro de su pueblo “Lo mejor de la actuación es sentir que
puedes ser otra persona, vivir cosas que de normal no vas a vivir.” A los 11
años se renombró como Lola y sus compañerxs de Instituto al principio no la aceptaron, se veía sola en el recreo,
la encerraban en los baños, le tiraban cosas, le insultaban, etc. Pero con
ayuda de lxs profesores y su actitud positiva, fueron cambiando y en la
actualidad muchxs siguen siendo sus amigxs. A los 14 años tuvo su primera
relación “Conseguí resolver los problemas con mi cuerpo a base de información,
autoconciencia y conocer gente sin prejuicios”. A ello contribuyó en gran
medida Carla Antonelli, que ha sido
referente trans de Lola desde que era una niña, la que le hizo sentir que no
estaba sola “La amo. Es la primera mujer trans que conocí en mi vida y se
convirtió en la persona que me dio la llave para abrir mi jaula. Sentirte
identificadx es algo muy bonito de sentir”. Actualmente son amigas.
Estuvo hasta los 17 años intentando cambiar de género y de nombre en el DNI “Fue tremendo: psiquiatra, testigos y constantes visitas al juzgado para que me valorara un juez que no quería ni verme”. Resulta bastante duro cómo Lola incluso se considera privilegiada por su apariencia “Yo puedo pasar a lo mejor más desapercibida, que es una mierda también que otra persona tenga que estar diciendo, nombrando y reivindicando todo el rato su identidad, porque yo también he estado en ese momento”. Sobre la feminidad y el género comenta “No soy abolicionista del género completamente porque nuestra sociedad está arraigada a esto, pero sí creo que debemos quitarle las connotaciones de trato y los privilegios. Yo soy Lola, mujer y empoderada, yo porque soy binaria. Pero el espectro del género es tan amplio que, por decir que soy mujer, no debería tener que cumplir con ciertas normas de vestimenta, ni de sexualidad, ni de nada”.
Para romper moldes y reivindicar la integración de lxs trans en todos los
ámbitos de la sociedad, con 17 años se presentó como candidata a reina del
carnaval de Las Palmas, la primera trans menor de edad, siguiendo el ejemplo de
Isabel Torres que lo hizo en 2005. Lola conseguiría ser cuarta dama de honor,
pero su objetivo se había cumplido y en 2015
leyó un discurso en la fiesta del Orgullo de las Palmas. En 2018, el día
del Orgullo en Madrid, llevó un vestido hecho con las banderas de los países
donde es ilegal pertenecer al colectivo LGTB.
Ese mismo año le cambió la vida, cuando fue elegida para interpretar el
papel de Valeria Vargas en la
serie Veneno, dirigida por los Javis para Atresmedia. Valeria Vargas es la
escritora de la única biografía oficial de Cristina Ortiz (la Veneno),
conocidísima celebridad trans en España durante la década de los 90 y 2000. Tal
fue el éxito, que ha sido proyectada en otros países con gran aceptación. Lola
compaginó los rodajes con los estudios de Psicología en la Universidad Autónoma
de Madrid, donde era la rara. Pero ha comentado que gracias a la interpretación
de Valeria logró empoderarse y reconciliarse con ella misma. Valora muy
positivamente que esos estudios le
ayudan bastante a meterse en la piel de
los personajes, a conocerlos en profundidad y a poder representarlos mejor.
También en 2020 participó en Ellas, un documental de Atresplayer Premium, que
trata de la vida de cinco mujeres trans.
En 2021 fue nombrada Hija Predilecta de Las Palmas, junto con la ya
mencionada Isabel Torres, y se estrenó en el cine con Poliamor para
principiantes dirigida por el prolífico Fernando Colomo, en la que Lola
compartió rodaje nada menos que con Karra Elejalde, Toni Acosta o María
Pedraza. Ese año también tuvo un papel protagonista, interpretando a Mayka en
la serie de éxito Bienvenidos a Edén, de Netflix, con Amaia Salamanca y Ana
Mena, entre otrxs. Hace pocos días que se estrenó la segunda temporada “Me parece superpoderoso que en
Bienvenidos a Edén haya un personaje como Mayka, pero más poderoso aún que no
se la victimice por ser trans. No somos un cliché. No significa que, por ser
trans, tengamos que vivir exactamente eso. Cada realidad es única y diferente.
A mí, como Lola, a pesar de ser trans, me pasan millones de cosas a la vez”.
Considera que a las personas queer se las está empezando a reconocer por
historias bien contadas, como parte de un arco argumental más allá del drama y
la burla “Se está empezando a valorar a la persona más allá de la etiqueta Lo
mismo ocurre con las personas negras, cuando se les dan papeles en ficciones
asumen unas determinadas características. ¿Hasta qué punto utilizamos las
etiquetas bien?”.
Acaba de rodar Vestidas de azul, una serie sobre mujeres trans de los
ochenta, en la que Lola vuelve a interpretar a Valeria Vargas, la
protagonista “Yo, en los 80, sin
Internet ni YouTube ni nada, no hubiese sabido ser trans”. Se siente agradecida
a esas mujeres que fueron abriendo camino “Estas tías, con veinte años se
comían el mundo y tenían una fortaleza que inspira, y no pueden caer en el
olvido. Se trata de honrar a las de antes, a todas esas mujeres que estuvieron en
la calle partiéndose todo para poder estar nosotras aquí hoy”. Comenta que esta
serie aportará muchos temas más allá de la realidad que vivió la Veneno “Hemos
tenido la oportunidad de ahondar en temas como la maternidad en las mujeres
trans, que es algo de lo que no se habla. Seguir rompiendo estigmas, seguir
acercando a las personas. No somos personajes ni cuotas”. A propósito de esta
serie, tuvimos ocasión de hacernos un selfie y charlar unos minutos con ella
durante la grabación, y nos lo agradeció. Ella, que era la protagonista
absoluta.
Le encanta la música y el baile, toca el violín y la guitarra “Para mí Lady
Gaga fue como Madonna para mucha gente en los noventa. Cuando salió Born This
Way, que hablaba del colectivo trans, me petó la cabeza. Ver a una artista pop
que trataba esos temas fue muy impactante”.
A lxs que la consideran la voz de su colectivo “Cuando me quieren subir tan
arriba siento vértigo. Yo lo único que quiero es dar un mensaje de amor y de
apoyo, ser una más en esta lucha y que haya muchas personas trans en todos los
ámbitos que sirvan de referente”. Pero sigue estando ahí, porque se está
comprobando que vivimos en una sociedad tan polarizada que es muy fácil
retroceder en derechos, y con lo está costando alcanzarlos, no se puede permitir
un paso atrás. En cualquier caso considera que "Una sociedad sin
discriminación es responsabilidad de todxs". Lola achaca su actitud serena
a ser psicóloga “Quizás gracias a la Psicología a mí la fama no me ha cambiado.
Me lo estoy tomando con mucha calma”. Con 25
años le gustaría llegar a
Hollywood “Hablo inglés y me gustan mucho las producciones que se están
haciendo en EEUU. No quiero ponerme ninguna limitación, ni ninguna barrera.
Quiero aspirar a todo siendo actriz. Sin miedo”.
Comentarios
Publicar un comentario