“Soy muy sentimental y no me gusta que todo vaya tan rápido. Sí, soy melancólica”.- Dolores O’Riordan.

No elegimos la carga genética que nos acompañará siempre y, aunque a veces no sea muy positiva que digamos, no hay más remedio que convivir con ella. No debe ser fácil estar en una constante lucha interna, con demonios acechando a cada paso. Si a ello le añadimos el acoso y los abusos sexuales durante la infancia y adolescencia, cuando se define en gran medida la personalidad, las posibilidades de desarrollar una enfermedad mental aumentan exponencialmente. Pasó su corta vida luchando contra  problemas físicos y mentales, como si el nombre que le pusieron al nacer hubiera sido una premonición. Con todo, la versatilidad de su voz la convirtió en un icono musical, ídolo indiscutible del rock alternativo de los 90.

Dolores Mary Eileen O´Riordan nació en 1971 en Ballybricken, a unos seis kilómetros de Limerick, Irlanda. Era la más pequeña de nueve hermanxs, dos de los cuales murieron de pequeños. Vivían en el campo en una casa modesta. Su padre era obrero, pero tuvo un accidente de moto que le dejó en silla de ruedas, así que la madre se vio obligada a sacar adelante a la numerosa familia trabajando en un colegio. Era muy religiosa y Dolores de pequeña la acompañaba a la iglesia y le gustaba escuchar al coro “Mis padres son muy religiosxs y yo tenía que ir a misa cinco o seis veces por semana. Los himnos son muy intensos cuando cantas a Dios”.

Se dice que era una niña solitaria, con el pelo corto y a la que no le gustaban los vestidos, por lo que sus compañerxs la consideraban rara. Dolores pasaba el tiempo cantando y jugando con sus hermanxs y no con lxs niñxs de su edad. A los cinco años recibió clases de canto y aprendió a tocar el órgano para la parroquia. Todxs pensaban que esas ganas de cantar se le pasarían, pero nada más lejos de la realidad. Durante la adolescencia continuó en el coro y poco a poco fue destacando por sus altas capacidades vocales y su virtuosismo, causando admiración entre los asistentes a los actos religiosos.

Le gustaba escuchar a Duran Duran y a Sinead O’Connor entre otrxs. Con 12 años escribió su primera canción sobre el primer amor, en este caso un profesor, y resultó que también era buena compositora, así que dejó de ser la chica rara para ser la chica que escribe canciones, mucho más de su agrado.  Tocaba en la calle, en pubs y ganó muchos concursos de canto tanto locales como  nacionales, en total unas 20 medallas Slogadh. A los 17 años aprendió a tocar la guitarra y dio su primer concierto como solista. Su madre hubiera estado encantada de que se hubiera metido a monja, en cambio ella ya no dejaría de componer. Cuando cumplió los 18 se escapó de casa con un noviete. Le dijo a su familia que iba a la ciudad a trabajar en unos grandes almacenes “A los 18 años me fui de casa porque quería cantar. Fui muy pobre durante un año y medio. Recuerdo que en realidad tenía hambre como si me fuera a morir por una bolsa de patatas fritas”. A los 19 vio el anuncio de una banda que necesitaba vocalista. The Cranberry Saw Us llevaba un tiempo en la música sin mucho éxito. O’Riordan se presentó a la audición y en cuanto la oyeron cantar, no dudaron en darle el puesto y nunca se arrepentieron de ello. A propuesta de Dolores acortaron el nombre a The Cranberries. Pronto empezó a componer canciones junto con Noel Hogan, el guitarrista, y enseguida llegaron los éxitos “No tienes que llevar el pelo rubio y largo o llevar taconazos para estar bien”. Dreams y Linger, fueron los temas de mayor éxito de su primer disco de estudio, hasta el punto de que se convirtieron en clásicos de la música en inglés, y en 1994 Zombie sonaba en todas las emisoras de radio de Gran Bretaña. La canción se hacía eco de la extrema violencia que se vivía en Irlanda del Norte “Esta canción denuncia la crueldad del hombre para con el hombre, es un grito contra la injusticia, la guerra y lxs niñxs que mueren en Belfast, Bosnia o Ruanda”. En poco tiempo Zombie llevaría a The Cramberries a ser una de las bandas de rock alternativo más conocida a nivel mundial. Dolores vivió un momento mítico cuando interpretó el Ave María de Schubert con Luciano Pavarotti en un concierto a favor de lxs niñxs de Bosnia en 1995, además, la incluirían en la banda sonora de la película La Pasión de Cristo dirigida por Mel Gibson.  También colaboró con otrxs artistas como  Zucchero o Angelo Baladamenti. 

No gestionaba bien la fama, como vocalista de un grupo tan exitoso constantemente tenía que conceder entrevistas. Dar conciertos le producía tal grado de ansiedad que los empezaba cantando de espaldas a lxs asistentes “Cualquiera que se haga famosx tan rápido y tan joven, seguro que será una víctima de alguna manera”. Su relación con la prensa nunca fue muy fluida, y especialmente la sensacionalista británica aprovechaba cualquier ocasión para cargar contra ella, exagerando sus problemas personales y mentales para vender más ejemplares, sin importarle el daño que pudieran hacerle "La gente te mira y ve un producto. No ven un alma, sino un agujero”. Dolores, al más puro estilo The Show Must Go On, intentaba que no le afectara y The Cranberries seguía lanzado éxitos al mercado “No puedo controlar todo lo que pasa, así que no me preocupa demasiado. Yo soy sólo la que ha escrito el disco”. Tendría al primero de sus tres hijxs en 1997.

En 1999 The Cranberries sacó Animal Instinct y Just my Imagination. Lxs asistentes a sus conciertos disfrutaron a tope con los increíbles cambios de registro de la voz de Dolores, que pasaba de la rabia grunge de Zombie a la sensibilidad de Just my imagination sin el menor problema. En 2003 la banda se separó sin dar explicaciones, aunque siempre se rumoreó que fue por la rivalidad entre vocalista y guitarrista por la autoría de las letras. Entonces ella decidió dejar los escenarios, necesitaba desconectar de la fama, aislarse de la vorágine del mundo musical y estar con su familia, aunque intuimos que nunca se desconectó  del todo. Seguía siendo creyente y de alguna forma, su música retornó a los orígenes religiosos, y no dudó en cantar delante del Papa en tres ocasiones.  Algunxs críticos no entendían que una rockera  pudiera ser tan religiosa. 
Coqueteó con el cine en Click con Adam Sandler de protagonista y en Secrets of Love dirigida por David Grieco. También hizo sus pinitos con la pintura, pero al final no le quedó más remedio que rendirse a su verdadera vocación y haría dos discos en solitario, uno en 2007 Are you listening? Con un deje melancólico y letras tristes, con una discográfica independiente y un sonido diferente “No habría hecho algo tan oscuro y personal como esto con los chicos”.  Su siguiente disco No Baggage saldría en 2009, también con sonidos experimentales y letras intimistas. Ese mismo año colaboró con la banda D.A.R.K.

Después de siete años separadxs, The Cranberries anunciaron su vuelta. Empezaron una gira mundial,  por Argentina, Chile, Ecuador, Perú etc. Volvieron el éxito arrollador y regresaron los fantasmas de O'Riordan. La banda se vio obligada a suspender la gira en México, debido a una afección de garganta de la vocalista, dijeron, sin más explicaciones. En febrero de 2012, lanzaron un nuevo álbum al mercado y en los años sucesivos Dolores se convirtió en noticia por temas ajenos a la música. En 2013 declaró que una persona muy cercana a su familia la había violado desde los 8 a los 12 años, pero que lo mantuvo en secreto mientras se culpaba a sí misma y sentía que no podía hablarlo con nadie “Era apenas una niña. Eso es lo que pasa. Crees que es tu culpa.  Enterré lo que pasó. Lo entierras porque estás avergonzada de ello. Piensas Oh Dios, cuán horrible y asquerosa soy”. Ella relaciona este asco que sentía por su cuerpo con la anorexia que desarrolló.

En 2014 sufrió un duro revés al separarse de su marido, el representante Don Burton. No lo llevó nada bien y, de hecho, en 2015 agredió a un policía en un avión. Se redujo la pena a multa cuando confesó que sufría  un trastorno bipolar e insomnio grave, que estaba tomando grandes cantidades de pastillas diariamente para poder dormir “Cuando estás maniáticx, no duermes y te vuelves paranoícx, con depresión, no importa la causa, es una de las peores cosas que te pueden pasar”. Durante esta época, O’Riordan llegó a decir que se conformaba con llegar a vivir 50 años “Yo era como un sándwich de queso con el queso derritiéndose ¡Y el queso terminó cayéndose al suelo! Me lo estoy tomando día a día, quiero agradecer a toda esa gente que no me juzgó". 

A pesar de todo siguió componiendo y colaborando con otrxs artistas. En 2017 The Cranberries lanzó el álbum acústico Something else, con temas nuevos “Ahora somos mayores, tenemos hijxs y no esperamos tener tanto éxito como tuvimos” dijo Dolores resignada  al paso del tiempo. Anunciaron nueva gira por Europa y América del Norte, que una vez más se vio interrumpida por los problemas de salud de Dolores, en este caso de espalda.

Cuando se volvió a hablar de ella públicamente, fue por la noticia de su muerte por ahogamiento en la bañera de un hotel en Londres y con una concentración altísima de alcohol en sangre, a sus 46 años y  en plena grabación musical. En 2019, sus compañeros le hicieron un homenaje con un disco póstumo de canciones que Dolores dejó compuestas y la parte vocal grabada. Tras la publicación de In the End, la banda se disolvió definitivamente.

A lo largo de su vida recibió catorce certificaciones de platino de la Recording Industry Association of America en los EEUU. Diez certificaciones de platino en Canadá, cinco en Reino Unido. Le concedieron el Ivor Novello International Achievement Award y fue nombrada La Mejor Artista Femenina de Todos los Tiempos en la lista Alternative Airplay de Billboard. Tras su muerte, aumentó exponencialmente la venta de sus discos y le hicieron tributos hasta Bono, The Corrs o Dave Davies (de The Kinks), entre otrxs muchxs. Nos quedamos con su voz prodigiosa y con sus canciones, que siguen siendo himnos y con su lucha con la vida desde bien pequeña.

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