“Lo primero que pido es que nadie juzgue sin conocer y que antes de decir ‘No, yo no voy a ver boxeo de chicas’, que le den una oportunidad”.- Joana Pastrana
Lxs que lo practican dicen que no es un deporte de brutxs, que es una disciplina que requiere muchas horas de entrenamiento y dedicación tanto física como mental. Que es estrategia pura, para nada violento, aunque sí agresivo (realmente como todos los deportes) y que, bien entendido, busca la diversión y la belleza. Algunx lo define como una chispa que te recorre desde los pies a la cabeza, que te lleva a esa especie de danza con tu rival, a través de la cual descargas una enorme cantidad de adrenalina a la vez que cultivas el físico y la mente, convirtiendo la frustración en superación. Si además tienes buenxs entrenadorxs, maravilla. En 2021, en España solo había 15 mujeres que se dedicaban a esta disciplina a nivel profesional.
Joana Pastrana nació en 1990 en Madrid. Su padre es ebanista y su madre
controladora de parquímetro. De pequeña vivía en Carabanchel, era muy
traviesa y fastidiaba mucho a su hermana, por lo que se llevaba constantes
regañinas de sus padres. Cuando tenía 13 años se mudaron a Lozoyuela. Fue allí donde decidió apuntarse a un
gimnasio para practicar muay thai y donde empezó a trabajar de camarera.
Pasaba muchísimas horas de pie, así que decidió cambiar ese deporte por
el boxeo. No se le daba mal, y un buen día le ofrecieron disputar su primer
combate. Lo ganó por KO. Se empezaba a
vislumbrar que reunía las condiciones para ser una buena boxeadora que quizá
llegaría lejos. Mientras tanto, seguía levantándose a las 7 de la mañana, y cuando
terminaba su horario de camarera iba al gimnasio… Y entrenó y entrenó, hasta
que consiguió estar en una forma física que le permitió dedicarse plenamente a ello. Así
que Joana dejó el bar y empezó a competir “A mí nadie me iba a dar de comer, dejé la
hostelería y ganaba lo mismo pero en vez de estar tras la barra del bar ganaba
títulos. Nunca he vivido de ilusiones, siempre he sido muy realista, ahorro y
no vivo por encima de mis posibilidades”.
Su debut como profesional fue en 2016 cuando ganó a la búlgara Ivana Yaniva. Joana, con 26 años se convirtió en la única boxeadora profesional de la Comunidad de Madrid. Antes lo habían sido María Jesús Rosa o Soraya Sánchez “Estoy con mucha alegría de recordar el hueco que he abierto a las mujeres en el mundo del boxeo”. Al acabar el año ganó el Campeonato de Europa, pasando a ser la primera mujer en conseguir este título con el peso mínimo (47,600 Kg). Su única derrota de ese año fue por lesión “Creo que lo primero es lo mental. Como tu cabeza te juegue una mala pasada se tira por tierra todo el trabajo físico que hayas realizado. Los golpes más duros son los de la vida porque no te los esperas”. Sus padres siempre le han apoyado muchísimo, aunque al principio pensaban que se le pasaría "Mi madre está muy orgullosa, pero no puede ver mis combates".
Al año siguiente revalidó el título europeo ganando por KO a la húngara Judit
Hachbold, siendo la única española en encadenar dos victorias consecutivas. Hito que repitió con el mundial, ganando en
2018 a la turca Oezlem Shain y en 2019 a la mexicana Ana Arrazaola. Pero
ese mismo año. la costarricense
Yokasta Valle le arrebató el título a los puntos. Cabe destacar su fulminante carrera, en tan solo seis años pasó de dar la primera clase de
boxeo en el gimnasio del pueblo a ser campeona del mundo. “Deseo que me
recuerden como campeona del mundo, pero habiendo ganado a las mejores”.
Seguramente la pérdida del cinturón de más de seis kilos (es lo que pesa el
cinturón que acredita a lxs boxeadorxs como campeonxs del mundo) en parte pudo
deberse a las pequeñas lesiones que arrastraba por la intensidad, la alta
frecuencia de combates y el sobreentranamiento “Cuando cobras bolsas de 600.000
€ te puedes permitir tener el placer de esperar medio año para la siguiente
pelea”. Pero ese nunca fue su caso y nunca tuvo periodos de descanso largos. En 2018, Joana fue premiada en la I Gala de
Mujeres Deportistas del Ayuntamiento de Madrid.
Siempre ha valorado mucho la disciplina y la estrategia, cuidándose y
entrenando duramente, a menudo contra hombres “No entrenamos a lo loco, solo a dar golpes, hay una preparación, un
estudio, una estrategia”. Le dan rabia aquellxs deportistas que son “Unos
cracks y tienen un don pero luego se comportan como golfos”. Si bien Pastrana
ha sabido aprovechar también una característica genética: su gran envergadura
de 1,80 m (distancia entre sus manos con los brazos abiertos en cruz) “Puedo pegar sin que me peguen”. Además
esto le permitía dar un golpe de arriba a abajo, la volea, poco frecuente en el boxeo.
Cuando todo se paró por el coronavirus, Patrana pasó la cuarentena
entrenando y dedicándose a sus hobbies para después ganar su cuarto europeo a la vuelta en 2021. Tras la victoria
decidió retirarse de este deporte, dejando un currículum de cuatro veces
campeona de Europa y triple campeona del Mundo, con 16 victorias en 19 combates, de las
cuales 5 por KO “Esa sensación de subirte al ring, que esté
todo lleno de gente animando se echará en falta. Lo que yo he vivido hoy no lo
voy a volver a vivir, soy consciente de ello y me siento afortunada por haber
podido disfrutarlo”. El motivo principal
de su temprana retirada es lo mal pagado que está el boxeo en España,
aunque casi todos los deportes que no sean fútbol lo están “Soy
campeona del mundo tres veces, no tengo el valor económico que merezco y el
boxeo se va acabando. No puedo ganar
más, ¿qué tengo que hacer para vivir bien de esto? Sobrevivo, pero no me vale
con ser campeona, tengo que llenar la nevera”.
Pero no hubo tiempo de preocuparse demasiado por su futuro profesional porque al poco de dejar los cuadriláteros, ya ha encontrado un nuevo trabajo
como especialista de cine y actriz “Temía dejarlo y no tener algo que me
hiciese feliz, muchxs se van y no tienen nada que les motive, pero gracias a
que salió esta serie, me abrí los ojos de que valía para otras cosas”. Porque
sí, Joana ha participado como actriz en una serie documental de la vida de las
mujeres gladiadoras llamada El corazón del Imperio.
Le encanta estar con sus gatos y jugar a videojuegos. Le hizo una ilusión tremenda aparecer en el anuncio de Assissin’s Creed
Odyssey para el estreno del videojuego en España. En este spot aparecía con
Marina Bravo, jugadora de rugby "Por
primera vez se podrá jugar como mujer en toda la misión principal".
Pastrana ayudó a entrenar a la youtuber Paracetamor para la Gran Velada del año II, que
consiste en combates de boxeo entre famosxs, organizada por el famosísimo
streamer Ibai Llanos para Twitch. También hace unos meses que Joana abrió su propia escuela de boxeo en Madrid.
Reconoce que el feminismo está
mejorando mucho todo alrededor del deporte femenino “Poco a poco estamos
haciendo que nuestro hueco mediatice porque estamos rompiendo barreras y
alcanzando éxitos que nunca antes se habían alcanzado”. Aunque ella pasó su etapa como profesional rodeada de hombres sin tener
ningún problema, sí cree que en el boxeo "Ser mujer es un obstáculo. Lo
bueno es que a esas niñas que están optando a conseguir grandes metas les dejo
el legado que tienen que alcanzar, que están en la obligación de superarlo. Yo
no tuve a nadie a quien batir y creo que eso es una motivación extra para
ellas”. Nos ha chocado que en una
ocasión le preguntaran su opinión acerca de la frase hecha ‘pelea como una chica’ (por la similitud con el nombre de nuestro
blog), que habitualmente se utiliza para referirse a hombres supuestamente ‘blanditos’.
Pastrana sin dudarlo un momento contestó
“Eso es porque nunca se han peleado
conmigo. Hay hombres a los que les daría envidia pelear como muchas mujeres que
están hoy en los números uno. Ellos no han visto a esas mujeres pelear,
entonces usan esas expresiones”.
En cuanto al deporte femenino en general, Joana piensa “En los últimos años no han parado ni quiero que paren de salir
campeonas en modalidades que hace unos años era impensable. Espero que esto sea
el principio".
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