“No nos dejamos dentro nada por tener miedo al qué dirán. Hemos llegado donde no pensábamos que un grupo como nosotrxs podía llegar. -Cristina Llanos

Cuando Kurt Cobain ya había fallecido, aterrizaba en  España el grunge. Ese rock alternativo con influencias del punk,  del metal y del rock clásico llegaba un poco tarde, a mediados de los noventa  ¡Y de qué manera! Como tenía que ser, con una banda alternativa liderada por mujeres. Nos habría encantado ver al cantante de Nirvana escuchándolas y viéndolas desgarrándose sobre el escenario en sus potentísimos directos. También nos habría gustado bastante que el hate y la industria no hubieran conseguido desmotivarlas tan pronto, pero las cosas son como son,  y por suerte, aún podemos deleitarnos con su música. 

Amparo Llanos Fayos nació en Madrid en 1965. Cristina, diez años más tarde. También en Madrid y con los mismo apellidos. Crecieron en una familia acomodada en la que nunca les faltó de nada. Por culpa de los gustos musicales de su hermana mayor, Cristina no fue la típica fan de los Backstreet Boys, si no que sus principales influencias eran Nirvana y los Beatles “Además de a Nirvana o Social Distortion, escuchábamos a Hole, Come, L 7, una nueva ola de bandas grunge con componente feminista”.

Amparo empezó a estudiar Periodismo, pero lo dejó para trabajar de encargada en la cadena  de tiendas de su madre. Cristina abandonó los estudios tras repetir tercero de BUP, y trabajó también en una de las tiendas de su madre a la vez que fundaba un grupo de música. Amparo, que ya tocaba la guitarra acústica, se dejó convencer por su hermana para que aprendiera a tocar la eléctrica y entrara al grupo.

Las dos hermanas tenían una personalidad bastante similar, muy tímidas e introvertidas, pero se transformaban en cuanto de música se trataba. Así que se pusieron manos a la obra para formar un  grupo sin precedentes en el país, liderado por dos mujeres, guitarristas, rockeras, hermanas y que encima componían en inglés. Se les unieron Jesús Antúnez, batería y Álvaro Díez,  bajista, y así surgió Dover, que era el  nombre de una marca de ropa catalana de la tienda en la que trabajaban las hermanas  “Cris y yo teníamos un elemento subversivo muy grande. Estábamos trastocando el orden natural de las cosas: no había maromos delante. En las entrevistas nos preguntaron siempre: ‘Y los chicos, ¿no componéis?’. Era como decir: o sea, es que no los dejáis ¿no?”.

A nada de empezar, en 1995 grabaron su primer disco, Sister, del que ni llegaron a vender mil copias. Sin embargo, con el segundo lo petaron, probablemente en la actualidad  se haya vendido ya más de un millón de copias. Fue disco de oro y después obtuvo cuatro discos de platino. En parte  gracias a la canción homónima del disco Devil Came To Me, que aparecía en un anuncio de 1997. Con el salto a la fama llegó la polémica, entre acusaciones de satanismo (aunque Cristina siempre tenía la pegatina de un santo en su guitarra) o de ser muy comerciales “Estábamos mentalizadas para que fuera difícil, pero Cris y yo teníamos una fe ciega en lo que hacíamos. No ya sobre adónde íbamos a llegar, sino en la música que estábamos grabando. Creíamos mucho en nosotras mismas como compositoras, cantantes y letristas. Una mezcla de no creerte el ombligo del mundo, pero a la vez considerar que lo que haces es lo más grande”. En la época estuvieron igualadxs en ventas con los discos de Alejandro Sanz o Mónica Naranjo. Este boom les permitió dedicarse plenamente a la música “Aunque todo estaba ensayadísimo, no había opción a cambio. Teníamos que coger días en el trabajo”.

De hecho, para su tercera grabación, Late At Night, montaron su propia compañía discográfica, Loli Jackson. Se esperaba que el disco fuera más pop y comercial, para que las mujeres por fin encajasen en el lugar que supuestamente les correspondía. Sin embargo fue un rock aún más duro, con unas letras más oscuras y alternativas y la voz de Cristina más desgarradora “Parecía que no éramos del todo mujeres, porque ese no era el tipo de chicas que tenían en la cabeza o que ellos esperaban”. Por si eso fuera poco, el cuarteto pudo cumplir su sueño grunge grabando en Seattle y en Los Ángeles, con el productor de Foo Fighters (grupo liderado por Dave Grohl, ex componente de Nirvana).

La prensa les tildó de grupo pijo que se llevaba el dinero al extranjero “Era una época en que los periodistas y los músicos se juntaban a tomar copas por Malasaña. Pero Dover no salía por la noche ni se drogaba. Eso creo que influyó en el trato que se nos dio”. Tampoco les ayudaba  que sus canciones fueran en inglés (excepto una canción bonus del disco Sister). Aunque lxs integrantes del grupo lo justificaban por sus influencias musicales angloparlantes “Nos definieron como una anomalía del rock, por lo que no podríamos encajar en ninguna antología de su música”. Obviamente una de las principales fuentes de polémica del grupo era el machismo en el mundo del rock “En un Viña Rock donde dimos un concierto buenísimo y una leña increíble. El público estaba dando saltos y botes, como locxs. De repente, en las primeras filas, un grupo de chicos empezó a gritar ‘¡Rubia de bote, chocho morenote!’. Yo me lo tomé como un insulto tremendo. Esos chicos me estaban marcando, me estaban diciendo: ‘No, tú no eres una guitarrista que nos estás metiendo una zurra aquí con tu hermana y nos estás dejando baldados de dar brincos. No. Eres un chocho morenote y una rubia de bote’”.

En 1999 ganan el premio Ondas por Mejor Artista en directo y por Mejor Artista Español. Inician sus giras internacionales por Europa, EEUU, Sudamérica "Para nosotrxs no es importante conectar con más o menos gente, lo que sí nos gusta es que la gente que venga a vernos conecte con nuestra música". Consiguen triple disco de platino y ganan el MTV por Mejor Grupo Español.

En el 2001 lanzan "I Was Dead For Seven Weeks In The City Of Angels", que triunfa en España, además consigue un número uno en Alemania con la canción King George. El último disco de estilo rock grunge fue The Flame en 2003. Momento clave para el devenir de la banda y de la salud mental de sus integrantes.

Tras una década polémica, pero siempre en lo más alto, se alejan del grunge sacando el disco “Follow the City Lights” en 2006. Más estilo Madonna y electro-pop. Aparecen en Operación Triunfo y hacen una gira con La oreja de Van Gogh y Coti "Es un álbum sorprendente porque estrena un sonido y una imagen que, en un país como España acostumbrado a equiparar fidelidad y redundancia, no va a dejar a nadie indiferente". Mientras su público habitual les ponía la cruz, ganaron bastantes premios con su single Let me out, lo que hizo que se les  acusara de comerciales. Consiguieron otro disco de platino y un número uno, pero dejaron de llenar en sus conciertos "Hacemos lo que nos pide el cuerpo. Siempre llega un momento en el que te apetece hacer cosas nuevas y retarte creativamente. Hemos puesto en este disco ese punto de ingenuidad que tienen los grupos al principio". Cabe destacar que también tuvieron un cambio estético, renovando sus looks, con Mario Vaquerizo como representante.

Su siguiente disco I Ka Kené fue una propuesta aún más arriesgada con influencias de música tradicional africana y reggae. Aquí ya no solo les dio la espalda su público, también la moda comercial “Vi mucho machismo con aquel trabajo, porque yo dije que tenía una relación con un africano. Si lo hace un menganito inglés está muy bien, pero a nosotras no se nos consentía. Ahora muchos de los que nos criticaron dicen: ‘He vuelto a escucharlo y es un buen disco’. Claro, porque ya no somos una amenaza”. Su último disco volvió al rock, con un tono más ochentero, pero sus fans de antaño ya no les seguían, y el propio grupo estaba desgastado. Cristina fue la primera en decir que lo dejaba y lloró en su último concierto en Getafe en 2015 “Cristina comenzó a cansarse. Teníamos que tirar siempre de ella. Eran muchos ensayos, muchos conciertos, muchas entrevistas, muchas sesiones de grabación… Y hay que estar preparado para ello, y a Cristina le costaba. Fue una pena, porque si ella hubiese estado más enchufada habríamos hecho muchas más cosas. Pero no quería, prefería estar en casa”. En 2016 se separarían definitivamente.

Es triste que la ruptura de un grupo que significó tanto fuera con mal sabor de boca  “Cuando un grupo o un artista, hace un disco que se convierte en un icono para una generación, es prácticamente imposible que los siguientes discos alcancen ese nivel. ¿No le pasó a U2 después del “The Joshua Tree”, ¿no le pasó a Bruce Springsteen después del “Born in the U.S.A”? Porque es así como funciona, se convierte en algo tan especial que a la gente se le queda grabado como un momento muy particular de su vida personal, así que es prácticamente imposible repetir esa hazaña”.

Parece complicado que haya un reencuentro de la banda, ya que las hermanas no se hablan con el batería. Amparo y el bajista formaron el grupo New Day, con calidad musical pero poca fama y fueron telonerxs de las Pussy Riots. Cristina permanece alejada de toda vida pública, de hecho ni aparecerá en el documental sobre Dover que saldrá próximamente titulado “Die for Rock and Roll”.

Sobre la invisibilización de las mujeres en el arte y la música Amparo reflexiona “Es terrible, porque hace que las chicas jóvenes que empiezan no tengan tradición para mirar atrás. El sistema patriarcal juega con eso, haciendo creer a las elegidas que sí, que tú eres la que va a estar de moda y que te van a dejar estar dentro de este mundo masculino. Tú te sientes muy especial y crees: ‘¡Ay, qué maravilla, si es que soy superior al resto de las mujeres. Si es que he sido la primera!’. No te das cuenta de que te va a pasar como a las que estuvieron antes que tú, porque tú no las conoces. Porque no existe esa tradición. En la sociedad patriarcal los hombres sí que la tienen, sí que miran atrás y dicen ‘cómo molaba Nirvana, cómo molaba Jimmy Hendrix, cómo molaba este y el otro’. Y en cambio nosotras no, porque se te entierra antes de tiempo. Creo que es importantísimo que las chicas jóvenes puedan tener referentes femeninos. Ahora creo que es un momento estupendo para las chicas que empiezan. Veo que hay muchísimas tocando de la forma que les corresponde por derecho. Me encanta”.

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