“Me resulta muy difícil imaginarme mi vida sin arte. Es como si Dios hubiera apagado las luces en el mundo. La tristeza que me produce vivir sin arte es tan profunda que me da vértigo”.-Lita Cabellut

El término gitanx hace referencia a una etnia que conserva en gran parte el nomadismo, con ciertos rasgos físicos comunes y con una cultura y un lenguaje propio, el romaní. Probablemente proceden de la India y se dispersaron por diversos países. En España, esta palabra continúa teniendo un matiz peyorativo, casi siempre. Sí, incluso a día de hoy lxs gitanxs siguen siendo objeto de discriminación y marginación. Por suerte para cualquier colectivo oprimido, cuando alguien observa una obra de arte, no se debería fijar en  quién la ha creado, si es mujer, si es gitana, si ha sido pobre o en qué lengua habla. Solo en lo que esa obra transmite. Los problemas ya vienen después. 

Manolita “Lita” Cabellut nació en Sariñena (Huesca) en 1961. Nunca supo quién fue su padre. Su madre, de muy pequeña la llevó a vivir con la abuela a Barcelona, mientras ella trabajaba como prostituta. Lita no tiene reparo en reconocer que mendigaba por Las Ramblas. Más tarde comentaría que estaba muy orgullosa de una serie que pintó sobre prostitutas y borrachos “Quería que la gente viera lo que yo sentía en la calle durante mi infancia”.  Cuando tan solo tenía 10 años su abuela falleció y la internaron en un orfanato hasta que fue adoptada por una familia adinerada, tres años después Pasé de la calle a una casa con chófer. El contraste con mi vida anterior era horrible. La tristeza y la injusticia forman parte de la vida. La Lita de hoy, feliz y rodeada de amigxs, no es igual que la de ayer, y por eso yo no puedo cargar para siempre con el peso de mi infancia”. Era disléxica y al principio no sabía leer ni escribir, pero tras una visita con su familia al Museo del Prado se enamoró de la pintura "Con 13 años, recién adoptada, sin saber leer ni escribir, sentí cómo Rubens, Rembrandt, Goya y Bacon me contaban mi primer cuento. Sus cuadros me abrieron el alma".

A partir de este momento centró su interés en mejorar como artista "Un talento que no se puede desarrollar no crece". Sus padres adoptivxs  montaron un estudio en el garaje para que pudiera pintar. La primera exposición le llegaría con 17 años, fue en el Masnou. A los 19, Lita se marchó a estudiar a Países Bajos, becada por la academia de arte Gerrit Rietveld "Era donde se habían formado los grandes maestros, la luz allí es diferente para pintar, fue una buena decisión porque me pude desarrollar intelectual y técnicamente".

Lita fue centrando su creatividad  en retratos fotorrealistas, con clara influencia de Rembrandt, Francis Bacon, Jackson Pollock o Antoni Tàpies. Muy interesada en plasmar la violencia hacia las mujeres, los diferentes conceptos de belleza, el paso del tiempo, etc. Temas que ella conoce muy bien "He dado muchas vueltas y me he esforzado mucho con el hándicap de ser mujer y gitana en un oficio como la pintura, donde sólo destacan hombres". Considera que ahora más que nunca se necesitan referentes de personas que infunden esperanzas “Que han salido adelante después de estar en el pozo más hondo, personas que vendan ilusión, y si mi arte puede inspirar y dar aliento, yo seré muy feliz".

En un momento de su vida la abstracción se volvió esencial para ella “Volví otra vez a los museos, a estudiar a Velázquez, a Goya... Allí es cuando empecé a verla interesante, desde este punto filosófico. Los grandes maestros usan la figuración como la ilusión de algo que no existe y que nuestro cerebro termina”.

Cabellut se ha especializado en lienzos de gran formato, inventando una variación contemporánea de la técnica del fresco y utilizando siempre una misma paleta de colores, con la que busca dar  piel a sus personajes. En cuanto al color, es una maestra en transformar estéticamente la apariencia humana con pigmentos, una tendencia impresionista dentro del hiperrealismo “El arte es mucho más que la materia. El arte es una tremenda empatía por el mundo, por la vida. Eso es realmente arte, porque tiene mucho de ética, de fundamentalismos. Es irremediable: la libertad y la dictadura al mismo tiempo, la vida y la muerte”.

Sus trabajos suelen agruparse en colecciones o series de pinturas con características comunes.​ La colección Frida, The Black Pearl dedicada a Frida Kahlo. Coco, The Testimony of Black and White, se compone de retratos de personas que han influido en el mundo de la moda. Con la serie A Portrait of Human Knowledge, retrata a personajes históricos como Marie Curie, Billy Holiday o Sigmund Freud. The Trilogy of the Doubt se compone de trípticos de temas sociales. La colección de retratos Dried Tear está relacionada con la cultura asiática o The Black Tulip con la cultura del que es todavía su país de residencia, Países Bajos. El conjunto Blind Mirror Cabellut trata sobre diferentes religiones. Pero nuestra favorita es la que vio la luz en 2020 después de cuatro años de trabajo. Consta de un conjunto de ilustraciones para Bodas de Sangre, la  obra del enorme poeta  Federico García Lorca, quien  en su Romancero Gitano reflejó la marginación y el sufrimiento gitano, convirtiéndolo en  poesía. Lita, como gitana estaba predestinada a encontrarse con él y a interactuar. Aporta una visión más sobre el clásico de Lorca, que ya cuenta con versiones en el cine, el  teatro o la danza. La propia Cabellut define este trabajo como uno de los más importantes de su carrera.

Empezó a exponer y a vender bien sus cuadros con 32 años, cuando un galerista se llevó algunas de sus obras “Durante años practiqué el trueque: ‘Me pagas la electricidad y te hago un cuadro, el teléfono por un dibujo…’. Como en una tribu”.

Algunas de sus exposiciones más destacadas han sido en la Fundación Vila Casas en Barcelona, en el museo NoordBrabants en Den Bosh (Países Bajos), en l Centro de Arte de Seúl, el State Visit Okura Hotel en Tokio, el Museo Halsingland en Hudiksvall (Suecia). Enamorada siempre de la tierra donde nació, en 2019 expuso La victoria del silencio en el Museo Goya de Zaragoza. 

Lita vive en La Haya con sus dos perros. Ha tenido tres hijos de dos relaciones "Cuando nos juntamos es como una gran fiesta. Somos gitanxs, y nos comunicamos con tonos. Hacemos mucha música, unx coge el tambor, otrx la guitarra y yo desafino".

En cuanto a la  etnia gitana considera preocupante  la falta de reacción de la sociedad ante la discriminación que sufre “Si atacamos a este pueblo atacamos a toda la humanidad. Ya ha ocurrido otras veces en la historia, y parece que no aprendemos”. Ella, por su parte, para ayudar en la medida de lo posible, financia con su dinero la fundación “Arnive” de ayuda a infancia con necesidades “A mí me preguntan ‘¿era su madre prostituta?’ Pues sí. No lo escondo ¿es verdad que su hijo fue adicto? Pues sí, aunque me duela. Ese fue el gran mal que yo tuve”. En las redes se le acusó de ser famosa por sus dificultades y circunstancias “Yo creo que no me he hecho famosa por mi historia. Si vienen coleccionistas no es por eso”.

A día de hoy, con 60 años se considera feliz, ¡como para no estarlo! Es la pintora española  que más vende en la actualidad y hasta el periódico The Times ha publicado que celebridades como Halle Berry, Hugh Jackman o el chef Gordon Ramsay son compradores habituales de sus cuadros “Soy una mujer que vive, y me encanta la vida, y mis hijxs, y me encanta quién soy y cómo no soy. En todo veo una posibilidad. Todo esto se lo debo a la posibilidad de morir cada día y volver a nacer: he podido despedirme de tantas cosas que no iban conmigo, de tantas emociones...”.

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