"La globalización está provocando nuevas esclavitudes, es una guerra contra la naturaleza, las mujeres, lxs niñxs y lxs pobres”.- Vandana Shiva

Detractora de la economía global, de las leyes impuestas por el mercado, de los alimentos transgénicos, del uso de herbicidas y  pesticidas, de que el 1% de los más ricos del mundo viva con la misma riqueza que el 99% restante. Defensora de la justicia social, de la agricultura ecológica, de la soberanía alimentaria y de un ecofeminismo inspirado en la no violencia de Gandhi. Anima a las mujeres agricultoras a guardar las semillas y plantarlas ellas mismas para preservar las especies “La semilla es el primer eslabón de la cadena alimentaria, y por tanto salvarla es nuestro deber, compartirla es nuestra cultura”. 

 

Vandana Shiva nació en Dahradun, India, en 1952. De padre guarda forestal y madre granjera, creció rodeada e inspirada por la naturaleza. Estudió Secundaria en la Escuela Santa María en Nainital. Más adelante se decantó por la carrera de Física, que cursó en la Universidad de Panjab donde se licenció en Ciencias en 1972. Con esta formación pronto encontró un puesto en el Centro de Investigación Atómica Bhabha. Poco después, en 1976, se trasladó a Canadá para hacer un Máster en Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Guelph. En 1979 conseguiría el Doctorado en Filosofía en la Universidad de Western Ontario, por su Tesis titulada Variables ocultas y localidad en la teoría cuántica.

Cuenta que antes de ir a Canadá decidió visitar el bosque donde había jugado de niña, pero que cuando llegó, comprobó desolada que había desaparecido “Fue como si me hubieran amputado una extremidad. Cuando empecé a estudiar Física, pensaba que me pasaría la vida haciendo ecuaciones, encerrada. No quería tener ninguna relación con el mundo. Pero, a medida que vi cómo desaparecían ríos y bosques, cómo robaban el agua, se desató en mí la necesidad de actuar para la tierra y las personas”. Ahí empezó su compromiso, buscó y encontró el movimiento Chipko, que empezaba a crecer y con el que se identificaba plenamente “No tenemos excusa para no colaborar. No importa quienes somos o qué hacemos. Deberíamos aprovechar el tiempo libre para curar la Tierra en vez de ir a un centro comercial”.

En 1984, después de licenciarse en Física de Partículas, Shiva empezó a trabajar para el programa de universidades de la ONU, en un proyecto de Conflictos sobre Recursos Naturales. Constató que el Estado de Punjab era violento con sus parajes naturales: había conflictos con los bosques, con los ríos, incendios forestales, se utilizaba glifosato como pesticida  por todas partes, y un largo etcétera. Plasmó los resultados del estudio en “La violencia de la revolución verde” y decidió formar parte de un movimiento pacífico de productorxs. Empezó a escribir sobre agricultura, alimentos, la mujer en el tercer mundo, ecofeminismo, etc. Todo gracias a lo aprendido de campesinxs de diferentes países y de la naturaleza. Ya lleva más de 20 libros.

En 1987, las grandes multinacionales querían controlar las semillas, a las que modificarían genéticamente, se harían con las patentes y se las impondrían al mundo. Vandana se enfrentó y  les dijo que no podían modificar una semilla a su antojo, que las semillas evolucionan por sí mismas. Se dio cuenta de que tiene que haber un cambio en la biodiversidad para proteger el Planeta "Las mujeres de la India han desarrollado 200 mil variedades de arroz, trabajo hecho a lo largo de milenios por cientos de miles de abuelas desconocidas”. Así, en 1991 nació el programa Navdanya, perteneciente a  la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, también creada por Shiva, y que enseña a lxs agricultorxs el beneficio de mantener diversos cultivos, en vez de monocultivos. Se casó, tuvo un hijo y poco después se separaría. Trabajó con el gobierno hindú “Antes de la globalización los gobiernos eran soberanos, ahora no”. Desde entonces investiga sobre la Organización Mundial del Comercio, las brechas y la globalización.

En 1993 ganó el Right Livelihood, conocido como el Nobel Alternativo, por situar a la mujer y a la ecología en la primera línea de los discursos. Ese mismo año ganó el premio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y el premio internacional del Día de la Tierra, también de la ONU.

Cree firmemente que el ecofeminismo no debe recaer únicamente en mujeres "Durante mucho tiempo se ha asumido que la igualdad entre géneros significa que las mujeres han de imitar lo que los hombres son hoy en día, pero el macho dominador es ávido, violento y extremadamente irresponsable. Yo quiero la libertad para ser diferente, pero no quiero ser castigada por serlo. Esto es para mí la igualdad”. De hecho, comenta que aquel feminismo que no es ecologista es una reproducción del patriarcado “Cuando el capitalismo patriarcal, que es ese acercamiento a la vida desde la violencia masculina, se combina con la codicia, declara a la naturaleza como muerta porque tiene que explotarla, y declara a las mujeres como pasivas porque tiene que ponerlas en un segundo plano”.

Considera que las pandemias de nuestros días, el coronavirus, el hambre y la destrucción del sustento tienen sus orígenes en la economía global y en la desregulación de las leyes ambientales, por la codicia de las grandes corporaciones "El negacionismo de la naturaleza nos ha llevado a la pandemia". Además ha tenido problemas con el gigante de los agroquímicos Monsanto “Se está aplicando una inteligencia perversa para terminar con los ciclos de renovación de la vida diseñando semillas. Montsanto tiene una gran influencia en India con el algodón y hace cuatro años los llevé a los tribunales. Se pusieron muy agresivos”. No duda en utilizar el término Ecocidio “No es que no haya suficientes cultivos verdes, sino que en Argentina o el Amazonas el 90% son de soja transgénica dedicada al alimento de animales o como biocombustible”Se destruye empleo con el uso de maquinaria industrial, con la que se alcanza una enorme productividad, dejando a la gente sin trabajo  “Yo llamo a esto la fosilización de nuestras mentes y de nuestros corazones, al pensar que hay que deshacerse de la gente”. Critica duramente el uso de plásticos y de pesticida  “Tenemos 10 años para frenarlo, de seguir así, en 100 años será imposible la supervivencia. Solo hay que ver los incendios en California, los ciclones de la India cada vez más intensos, las largas sequías y las fuertes inundaciones que se suceden por todo el Planeta”. En 2015 estuvo en la cumbre del clima de París y pudo comprobar in situ como Bill Gates y Mark Zuckerberg, los gigantes de las tecnológicas daban instrucciones a los gobiernos sobre lo que tenían que hacer, esto es, aplicar más tecnologías. Y hoy, en plena pandemia, mientras se destruyen millones de empleos,  Jeff  Bezos, el creador de Amazon ha aumentado su riqueza en 6,4 billones de dólares y en España, los jefes del Ibex 35 ganaron 86 veces más que sus empleados.

Shiva ha trabajado como asesora para diferentes gobiernos en India, pero también otros como el italiano, el español o el británico “Las economías centradas en la tierra y en las mujeres son el futuro”. Además es muy crítica con la democracia actual “Tenemos una democracia falsa que permite ganar elecciones a Trump”. Considera que las redes sociales son muy útiles para la difusión “Internet y las redes sociales pueden tener un rol importante, pero Facebook no debe sustituir al activismo en la calle”. También cree que una de las peores partes de la globalización es que “La comida de los supermercados no es comida, son productos que se parecen a los alimentos. Los pequeños agricultores y las mujeres producen el 70% de lo que comemos; lo demás son productos tóxicos sin nutrientes”.

Como se puede ver sigue fiel a la definición que da de sí misma “Soy alguien que pone el alma en trabajar por la justicia social, la diversidad, la sostenibilidad y la libertad. Lo único que hago es intentar responder a los retos”. Anima aprovechar esos diez años que aún tenemos para cambiar la dirección que llevamos, apoyándonos en los movimientos feministas y de lxs jóvenes defensorxs del medio ambiente, salvando con ello el planeta y, por tanto, a la humanidad.

Comentarios

  1. Hola.
    Tiene razón cuando dice que lo que se vende en los supermercados es algo que se llama comida... En realidad no lo es.

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  2. Este mundo necesita un ejército de shivas.... Mi más absoluta admiración por esta mujer y por quienes nos brindan la oportunidad de saber de ella ;)

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