“Si tú no te propones ver las cosas de forma crítica, no lo ves. La desigualdad se solapa con lo normal, lo natural; es invisible. No mejoraremos nada mientras las personas no identifiquen que el feminismo es sentarse y estudiar”.- Ana de Miguel

Es muy de agradecer que filósofas como ella, buscando respuestas en lo obvio, basándose en la reflexión, el estudio y el pensamiento crítico hayan elaborado observaciones, y que nos las expongan con argumentos sólidos. Es muy de agradecer que existan filósofas mujeres, que se las vea y se las estudie. Aunque todos los tipos de feminismo son importantes, considera que una de las asignaturas pendientes de la lucha por la igualdad es la unión. Pese a que se diversifiquen en algunos puntos, que se mantengan unos principios. Aunque es complicado, porque cada una hemos topado con el feminismo por unos u otros motivos, y son estos los que marcan nuestro pensamiento crítico. Una cosa deberíamos tener clara, se acabó pensar que el machismo es solo “violencia de género”. 

Ana de Miguel Álvarez nació en Santander en 1961. Y, desde ese día, el sistema patriarcal empezó a hacer mella en su personalidad. Extrañamente, para bien. “Los hombres nos han dado azotes en el culo hasta la saciedad, cuando yo era pequeña, te pellizcaban, te metían mano”. Como en la  mayoría de los casos, el reparto de tareas entre su padre y su madre no era igualitario “Aunque sea una madre maravillosa y un padre maravilloso, la relación no es de igualdad. En general, ella va a ser la madre cuidadora y él, el varón proveedor que puede ayudar. Entonces, creedme, el mal ya está hecho”.

Luego iba a la tienda de juguetes y había juguetes rosas para niñas y azules para niños “No es que a cada unx les gusten unas cosas por naturaleza, entonces ahora siéntate y vamos a ver en el Siglo XIX lo que por naturaleza les gustaba a las mujeres”.

Piensa que lxs niñxs son una esponja para adaptarse al sistema, lo que ven en casa, en clase, en la tele, en sus personajes favoritos de un juego de la play, cómo visten lxs integrantes de un grupo de música, las letras de las canciones, etc. Por no entrar en el porno, en la adolescencia, los niños aprenden a follar como en el porno “Junto a una alumna doctoranda, hemos analizado los tres vídeos porno más vistos por los españoles. Uno es una apología de la violación y los otros dos son sexo sin consentimiento. Todos tienen más de 50 millones de visitas. Los chicos están interiorizando la brutalidad que emana de la pornografía, lo que tienen derecho a hacer con ella”.  Además considera que la desigualdad que ahora hay entre niños y niñas no se reproduce por las leyes, que ya son igualitarias, sino por la cultura. “Almodóvar nos ha amaestrado para pensar que ser puta es maravilloso y que violen a transexuales también. Y es una cosa que ya ha cansado. Y considerar que dar las campanadas medio desnuda es un acto feminista es un error garrafal”.

La Ana adolescente se paraba a pensar en estas cosas. Las analizaba. Esta capacidad de análisis hizo que decidiera estudiar Filosofía en la Universidad de Salamanca. Continuó sus estudios haciendo el doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid sobre "Elites y participación política en la obra de John Stuart Mill". Entre medias, en 1984 elaboró una Tesina sobre "Marxismo y feminismo en Alexandra Kollontai". 

Durante su época como estudiante se dio cuenta de cómo la Filosofía ha legitimado la desigualdad entre hombres y mujeres, lo que es lo mismo que decir cómo la han visto grandes filósofos, por supuesto todos varones, a través de todos los tiempos. Platón, tan inteligente y racional  dio gracias a dios por no haber nacido mujer. Aristóteles consideraba a las mujeres como vasijas vacías.  Averroes, el filósofo musulmán nacido en Córdoba, pensaba que ser bella y amada es condición de muchas mujeres. Ser fea y saber hacerse amar, es la máxima expresión del genio de la mujer. Un cristiano, San Agustín, más de lo mismo, opina que la mujer es intelectualmente inferior al hombre, a la vez que legitima la prostitución , a la que califica como mal menor, la justifica diciendo que si no hubiera prostitución los hombres estarían violando a mujeres todo el rato. Damos un salto al s. XVIII con Emmanuel Kant. Para el filósofo alemán las mujeres tienen una débil inclinación a las pasiones, las equipara con los  menores de edad, y justifica que estén sujetas a una tutela permanente. En este mismo siglo tuvo lugar la Revolución Francesa y entró en escena Olympe de Gouges, una filósofa política, que había participado activamente en la lucha por los derechos que defendía la Revolución, y que observó decepcionada que la mujer seguía sin pintar nada, por lo que, ni corta ni perezosa  publicó la Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana, un calco de la del hombre. Defendía la igualdad de derechos, incluido el derecho al voto. Murió en la guillotina, acusada de estar a favor de los girondinos. Avanzamos hasta el s. XIX, y Nietzsche opina que la mitad de la humanidad es débil, típicamente enferma, cambiante, inestable – la mujer necesita fuerza para aferrarse a ella, y una religión que glorifica como divino el hecho de ser débil, de amar, de ser humilde. “Una cosa te digo Zaratustra, si vas con mujeres, no olvides el látigo”-. Como muestra, aunque muy escueta, puede servir.

Ana de Miguel, apabullada por este contexto, empezó a realizar investigaciones sobre las relaciones entre feminismo y marxismo, sobre Flora Tristán y sobre el feminista egipcio Quasim Amin. Discípula de Amelia Valcárcel y Celia Amorós, empezó a formar parte de un Seminario feminista, que, en parte gracias a su llegada, se transformó en el Proyecto de Investigación I+D Feminismo, Ilustración y Postmodernidad (1995-1999). Con todas las conclusiones a las que llegaron durante su investigación, se publicaron los tres volúmenes titulados Teoría Feminista. De la Ilustración a la globalización (Celia Amorós y Ana de Miguel).

Entre 1993 y 2005 trabajó como profesora titular de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña. Trabajo que dejó para dar clases de Filosofía Moral y Política en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, donde dirigió el Máster "Estudios Interdisciplinares de Género".

Desde sus primeras incursiones en el feminismo hasta la actualidad, considera que el feminismo avanza a un ritmo lento “Demasiado lento, porque llevamos más de 200 años, una convence a varias y esas a varias más”. Reconoce que ella era la primera que pensaba que se exageraba con la violencia machista, hasta que se fue dando cuenta de que entre sus amigas y alumnas “Una ha tenido que ir a poner una denuncia, otra está con problemas de bulimia terribles, otra ha tenido que dejarlo porque su novio la estaba intimidando… El asunto es cómo una chica normal, que está haciendo 2º de Bachillerato, cae en manos de alguien que no está bien de la cabeza: ¿es realmente por la búsqueda de cariño?”.

Y como buena filósofa va de lo teórico a lo empírico “Yo tengo un hijo varón y una hija mujer, y he podido comprobar cómo la sociedad se articula para construirlos de manera distinta. El ser humano neutral es el que va con el pelo corto, sin tacones. A la chica, el mensaje que se le da es: tú, tal y como eres, eres un hombre pero en defectivo, un error de la naturaleza. No eres suficiente. Ponte un zapato alto, un poco de colorete, no puedes aceptarte cómo eres”. Considera que eso hace que las niñas ya partan en desventaja, no entienden qué han hecho ellas mal para no ser un ser humano neutral “Yo he llegado a escuchar en el colegio a una madre que decía: «Nosotras somos peores, más malas y retorcidas»”.

Argumenta que el patriarcado convierte a la mujer en un cuerpo de tres maneras: 1. Cuerpo que cuida a los demás 2. Cuerpo que bien ornamentado es un objeto sexual para dar placer a los demás 3.Cuerpos para reproducir a la especie. “Es algo muy importante, pero en concreto para reproducir a los hombres. Porque si no te has dado cuenta, tú llevas el apellido de tu padre, y lo llevas porque tú eres más de tu padre que de tu madre”. Y, por este tipo de cosas permanecemos en el sistema de dominación y opresión “Por eso aún se ven féminas que han estudiado una carrera y de pronto, se enamoran, se emparejan con un hombre y lo dejan todo”. Dejan incluso su trabajo “En el mundo en el que vivimos, el trabajo es absolutamente necesario, porque es un embrión de autonomía, autonomía intelectual, afectiva, moral…”.

Respecto al papel del hombre en el feminismo, considera que sí, que cada vez se ven más chicos en las manifestaciones, saben que pegar y humillar a una mujer está mal “No pueden llamarla guarra, puta o zorra, y en el porno eso es lo más flojo que encuentran”.  Si bien es cierto que para ellos el feminismo se suele reducir a su madre, su hermana, su novia y su hija. El resto ya, pues les da más igual. Quizá, no tengan tan normalizada la prostitución, aunque sigue sorprendiendo la cantidad de jóvenes que fardan de haberse ido de putas  “En la prostitución no hay libre elección ni libre consentimiento. Lo que hay es una estructura de desigualdad que obliga y coacciona. Pueden encontrar mujeres de todas las razas, con todos los rasgos y a todos los precios... Solo hay que traer un poco de dinero en el bolsillo".

En cualquier caso esta inclusión de los hombres en el feminismo, así, por sí sola, solo por saber que pegar y violar está mal, se nos queda corta. Obviamente, a Ana también. Piensa que lo primero que deberían hacer es “Sentarse a leerlo por sí solos. Ya no podemos seguir dándoles clases particulares en la barra de los bares. No podemos estar manteniendo debates que nos aburren porque ya lo llevamos teniendo 35 años”.

Actualmente existe una nueva ola de feminismo “Se refieren a este feminismo cool, como que Beyoncé se negara a bailar con chicos y baile siempre con mujeres. El feminismo va tomando posiciones en una serie de cosas con mucha visibilidad: el cine, los videoclips, las cantantes, las youtubers, influencers…”.

De Miguel ha escrito numerosas publicaciones, artículos y libros. También está en posesión de varios premios. Sus últimos escritos se centran en la búsqueda de claves de cómo se reproduce la desigualdad en las sociedades igualitarias, sobre todo entre lxs más jóvenes.

Pero bueno, a todxs nos queda mucho trabajo por hacer Uno de los elementos que impide que aprendas, es pensar que a ti nadie te tiene que dar lecciones”.

Comentarios

  1. Muy buen reportaje... Y qué importante es saber decir las cosas y cómo se dicen.

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